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Salud Pública en Comunas
21 oct 2014
El
Dr. José
Carlos Escudero es
médico sanitarista, sociólogo y profesor universitario. En diálogo
con “La Posta Sanitaria”
habló sobre
producción pública de
medicamentos en Argentina.
Se refirió: a la presión del lobby empresarial para que no haya
producción estatal, a la ley de genéricos a la que calificó de “un
gesto de relaciones públicas que salió mal” y sobre “la
patriada” de Brasil frente a los grandes laboratorios.
- ¿Cómo ve la
situación de la producción pública en Argentina?
- La industria comercial
de medicamentos le tiene pánico a la fabricación pública de
medicamentos. Si áreas del Estado argentino como las universidades o
las provincias, empiezan a fabricar medicamentos se verá que el
precio de venta de esos medicamentos es muy inferior al de los
medicamentos de fabricación privada y se establecerían así precios
testigos. Lo que vemos es que cualquier intento de que el Estado
controle más a la industria capitalista o se largue, en diferentes
lugares, a fabricar medicamentos por su cuenta, tiene la oposición
de un lobby poderosísimo.
- ¿Cómo es que actúa
ese lobby?
-
Los medios de comunicación de masas, que son parte del paquete
capitalista de venta de mercancías, juegan un papel muy importante.
Si Ud. prende la televisión va a ver a comunicadores de salud que se
la pasan dando consejos sobre salud que incluyen la venta de alguna
mercancía capitalista. Vemos publicidades que no están dedicadas a
que la gente tenga mejor salud sino a prometer. Y pasa algo terrible,
de lo cual se habla poco, que es que la industria capitalista da
dádivas (es una forma elegante de decir “coimas”) a médicos y a
organizaciones médicas. Cosa que viola todo tipo de ley de ejercicio
de la medicina, viola el juramento hipocrático. Y como si esto fuera
poco, la venta de medicamentos está defendida por la Organización
Mundial del Comercio (OMC) y por muchas embajadas que van a presionar
para que Argentina no fabrique medicamentos.
- Una de las
problemáticas que vimos en este programa es la dificultad de los
laboratorios públicos de ganar las licitaciones en las propias
regiones donde funcionan, es decir, que existe una falla del propio
aparato estatal en promover la producción pública...
- La
plata que está en juego es enorme. La industria mundial de
medicamentos factura por año, casi tanto como el PBI de Argentina.
Asi que sí Ud. es administrador y se las arregla para comprar un
medicamento caro que le vende la industria, y no un medicamento de
igual calidad o inclusive mejor que proporciona el Estado, alguna
atención le van a dar sospecho.
- ¿Qué opinión
tiene con respecto a la reglamentación de la ley 26.688 de
fabricación pública de medicamentos?
-
Esta ley se terminó votando con una tremenda oposición al interior
del Ministerio Nacional de Salud y luego hubo que hacer una gran
fuerza para que se la reglamente y se hizo pero con años de demora.
Si Ud. es político y hace política de salud va a tratar de no
pelearse con un lobby tan importante que le puede dar, por
ejemplo, espacios en la televisión o en los medios hegemónicos. Si
los políticos dicen lo que al capitalismo argentino le interesa van
a aparecer mucho en los medios hegemónicos. Este es el mecanismo
general de la política argentina.
- Con respecto a los
medicamentos que se venden y no tienen una acción comprobada, esto
se ha comentado en emisiones pasadas, ¿qué nos puede decir al
respecto?
- Si
Ud. hiciera un control científico serio es posible que llegue a la
conclusión de que un tercio de los medicamentos que se venden en la
Argentina son peores que otras opciones más baratas. La industria
cuando está por vencer una patente tiene que sacar un nuevo
medicamento patentado porque así es como ganan plata, aunque el
nuevo medicamento sea peor que el anterior, aunque sea más caro que
el anterior. Esto sucede permanentemente y hace que el dinamismo en
la búsqueda de ganancia supere a la decisión científica de atender
a la gente. La industria vende medicamentos como vende celulares,
pero hay un problema ético: el medicamento está asociado a la vida
y a la muerte, es otro baile.
- ¿Cómo evalúa la
política vigente de genéricos? y ¿qué habría que hacer para que
haya un mayor control?
- Lo
de los genéricos fue básicamente un problema de relaciones
públicas. El médico tiene que prescribir por el nombre genérico,
científico, y no por el nombre de fantasía y es entonces el
farmacéutico el que le tiene que dar todas las opciones. Pero ahí
están los problemas, porque el farmaceútico gana más plata
vendiendo el genérico caro y a la industria le conviene vender el
genérico caro, disminuyendo la oferta de medicamentos genéricos
baratos a las farmacias; ellos controlan la canilla. Por eso lo de
los genéricos fue, lamento decirlo, un gesto de relaciones públicas
que salió mal pero que no era posible que saliera bien. Lo que hay
que decir es, no medicamentos genéricos sino medicamentos
esenciales, medidos científicamente, que sirvan para curar
enfermedades, olvídense del concepto de genéricos.
- Intentando
establecer una comparación con la Argentina, ¿qué ha hecho Brasil
en cuanto a producción pública de medicamentos?
-
Brasil se pudo dar el lujo de apretar a la industria para que le
venda medicamentos contra el SIDA, por ejemplo, diciendo “si no nos
bajás el precio, no te compro más”, lo cual es una patriada
importante. Como hizo Sudáfrica también, pero para eso hay que
tener el coraje de enfrentarse a la industria y de vencer a la
campaña de terrorismo epidemiológico de “este gobierno no compra
medicamentos”. Argentina en este momento está ganando caminos
afortunadamente con el hecho de que se votó la ley, se reglamentó y
empieza a haber más plata del gobierno nacional para que se expanda
la producción pública de medicamentos. El Estado debe proveer de
medicamentos públicos a hospitales pero también hay que venderlos
en farmacias para que, así como hay precios cuidados en alimentos,
haya precios cuidados en medicamentos. Y que el público consumidor
saque la conclusión de porqué el Estado argentino puede vender, con
el más alto nivel científico, mucho más barato que lo que vende la
industria capitalista.
- Hablando del caso
brasilero, conociendo el lobby que estos grupos empresarios
tienen aún en las universidades, por ejemplo, en la Facultad de
Medicina de la UBA hemos estado hablando en programas anteriores de
que a profesores concurrentes de muchísimos años de Farmacología
los han tratado de sacar en concursos espúreos porque justamente
denunciaban los negocios de las farmaceúticas, ¿hubo una mayor
concientización de los profesionales de la salud en Brasil que
pudiera acompañar este proceso de producción pública de
medicamentos?
-
Esto me parece que fue una medida que se tomó de arriba para abajo.
Por suerte Brasil no desmanteló su universidad pública en la
dictadura militar brasileña como Argentina sí lo hizo durante su
dictadura. La universidad brasileña se preservó más así que la
base de la universidad era más importante cuando volvió la
democracia. Pero Argentina está retomando camino, por ejemplo, la
inversión en la universidad pública es altísima, lo cual es muy
bueno, así nuestro país está ganando años perdidos en esta área.
- Una buena noticia
que hemos escuchado en este programa es la propuesta del Ministerio
de Defensa Nacional de producir medicamentos a escala continental en
el marco de la UNASUR ...
-
Eso me pareció admirable. Yo solía decir en reuniones públicas que
tenemos una muy buena ministra de salud, y se generaba un murmullo
porque el ministro es un señor, pero yo lo decía por Nilda Garré.
Garré, Ministra de Defensa, decide que por razones de defensa
nacional el Estado argentino y las Fuerzas Armadas argentinas tienen
que expandir su fabricación pública de medicamentos, no sólo para
la defensa nacional en caso de conflicto, sino para fortalecer a la
sociedad civil argentina. Es una cosa admirable la que vino haciendo
el Ministerio de Defensa en los últimos años en Argentina.
- ¿Qué implicaría
que esta política trascienda los límites nacionales?
- Lo
que estamos viendo ahora con el satélite argentino. Argentina en el
mercado mundial de satélites va a poder colocar un precio testigo
con respecto a los precios de colocación de satélites de los países
que tienen ahora amarrado el negocio. El Estado argentino podría
competir en el mercado mundial, por supuesto si no le coimean todo,
porque podría vender medicamentos eficaces a más bajo precio. Así
que es una buena perspectiva para el futuro. Lo está haciendo la
India ahora. La Corte Suprema acaba de decidir que la India no tiene
que atarse al regimen de patentes de los países de Europa Occidental
y EE.UU., es decir, deja de respetarle el regimen de patentes
apelando a razones de salud pública y de ética, para que la India
no tenga que pagar patentes en este juego de la OMC. Es una buena
tendencia mundial.
- Yéndonos un poco de
la producción pública de medicamentos. Ud. en algún momento dijo
de que se necesita un programa de atención ambulatoria en la salud y
una red de centros de salud que derive a hospitales, ¿cómo lo
encararía para que sea una red que cubra a todos los ciudadanos?
- El
modelo argentino de salud es capitalista intensivo y el gran ejemplo
de Carrillo era la salud como derecho con hospitales públicos
gratuitos, financiados por rentas generales. Lo que después de
Carrillo se desarrolló en el mundo es el concepto de centros de
salud vinculados con hospitales, aumentando la oferta estatal
gratuita de salud, que es lo que hay que hacer para que la gente se
muera menos. Así que con el centro de salud, con atención
domiciliaria, con prevención uno puede hacer buena medicina
preventiva que es lo más eficaz para que la gente se enferme y se
muere menos. Pero el capitalismo no gana plata con lo preventivo sino
con lo curativo caro.
- ¿Está de acuerdo
entonces con el plan que implantó en su momento el Dr. Floreal
Ferrara de los ATAMDOS?
-
Por supuesto, Ferrara fue un pionero, admirabilísimo en volver a la
medicina preventiva no mercantil en pleno neoliberalismo delirante.
Ahí estaba Ferrara luchando.
- La diferencia está
entre la salud como derecho o la salud como mercancía …
-
Fíjese lo que está pasando con el ébola, una enfermedad de negros
pobres, con lo cual al capitalismo no le interesa hacer prevención,
no le interesa desarrollar una vacuna, no le interesa desarrollar un
protocolo de atención porque ahí no gana guita. El capitalismo gana
guita vendiendo parcelas carísimas a gente que puede pagarlas, sea
lo que sea, un medicamento contra la calvicie por ejemplo, ahí ponen
guita.
Por último y para
cerrar, el Dr. Escudero hizo un llamado a la investigación no sólo
a los estudiantes de Medicina sino a la comunidad en general:
- Si
Ud. se mete en Internet va a saber en pocos días, mucho más de lo
que suele decir un profesor titular de Farmacología que no quiera
comprometerse. Los profesores titulares que no hablan del tema no es
porque no lo sepan, lo recontra saben pero son beneficiarios de
viajes, de congresos, de reuniones en hoteles de cuatro estrellas.
Ud., a través de Internet, puede saber tanto como sabe y no dice un
profesor de Farmacología de tipo conservador.
Temas
salud pública
salud
Pertenecer S.R.L.
campaña en defensa de la salud publica.
gestión pro.
mauricio macri
ministro lemus
represion en el borda
AMM
ASI
ATAMDOS
Atencion Ambulatoria y Domiciliaria.
CESAC
CHAP
Dr. Arturo Oñativia
Dr. Posadas
Floreal Ferrara
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Hospital Santa Lucía
SAME
asamblea por la salud pública
cemic
cierre de colonias
demolicion taller protegido 19
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dr ramon carrillo
durand
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hospital alvarez
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hospital de niños dr. ricardo gutierrez
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tornu
tuberculosis